En un mundo cada día mas competitivo, la existencia de una multitud de empresas en cada mercado, el empeño de cada una de ellas de mantener su posición y el esfuerzo de las nuevas firmas de hacerse un hueco en el mismo, confirman la teoría ecológica de las organizaciones (solo los mejores sobreviven).
Todos queremos ser diferentes y hacemos hasta lo imposible para que sea así. ¿Pero lo conseguimos realmente?
A nivel empresarial intentamos en todo momento conseguir ventajas competitivas que como siempre se basan en los recursos intangibles de nuestra marca. Uno de los objetivos de cualquier organización, y no el menos importante es conseguir una buena imagen corporativa.
Hoy vamos a hablar de la “imagen” como elemento primordial e identificativo del éxito empresarial.
¿Podemos comprar imagen?
La respuesta es: SI
Podemos comprar imagen y además a precios razonables. Lo demuestran cada día las empresas de secretariado virtual que gestionan el servicio de atención al cliente de pymes y profesionales que les confían su “imagen.”
Al descolgar el teléfono, la imagen proyectada es de una profesional que se encuentra en la sede de la empresa (aunque esté a cientos de kilómetros de distancia), que conoce de sobra el asunto que le plantea el interlocutor (aunque sea la primera vez que escucha hablar de ello) y que ante cualquier planteamiento va a tener una respuesta adecuada, una actitud resolutiva y un trato respetuoso. Debido al continuo desarrollo de las nuevas tecnologías cada secretaria online presta sus servicios de forma simultánea a varios clientes, pero la imagen que transmite es de empleada única y exclusiva de cada uno de ellos.
Por los tiempos que corren las ventajas del telesecretariado son cada vez mas conocidas, pero siempre desde un enfoque económico, desde el punto de vista del ahorro, la maximización de recursos, etc. Cada vez mas empresas, por las razones que sean, deciden externalizar sus servicios de atención al cliente consiguiendo mantener o incluso mejorar su imagen corporativa. Cabe mencionar que a parte de los servicios que contratan, tangibles y cuantificables, también contratan capital humano, conocimiento e “imagen”.